En pocas semanas, Sandra Bullock cumplirá 60 años. ¿Es una anciana que debe pensar en el retiro? En Chile, la edad legal de jubilación para mujeres es esa. Sin embargo, la realidad es más compleja. En nuestro país, las mujeres tienen una esperanza de vida de 91 años al retirarse, mientras que los hombres de 87 años. Esta longevidad seguirá aumentando. Por ello, financiar 30 años de buenas pensiones habiendo ahorrado 10% de nuestros salarios durante los 40 años de vida laboral es cada vez más difícil.
Buscando aumentar las pensiones, algunos han propuesto dividir el retiro en dos etapas: una tercera edad con límite en los 85 años y una cuarta edad desde allí en adelante. La propuesta es que las pensiones de la tercera edad se financien con el ahorro en las cuentas individuales y las de la cuarta edad con un seguro de longevidad. Estimaciones del Observatorio Perspectivas señalan que esto elevaría las pensiones de la primera etapa en 20%-21% para luego reducirse 16% en la segunda, ambas respecto a la pensión actual. ¿Pero cuánto puede costar un seguro que la mayor parte de los pensionados utilizará? Estimaciones de expertos ubican su costo entre 1% y 4% del salario para financiarlo.
A los trabajadores jóvenes les podríamos exigir que eleven su cotización. Pero, además, les deberíamos pedir que paguen la prima de los actuales y próximos pensionados que no habrán alcanzado a costear el seguro. Con lo que implementar el seguro llevaría las cotizaciones previsionales a un rango entre 11,9% y 14,9%. Puede ser demasiado esfuerzo para el beneficio que entrega.
Alternativamente, podríamos postergar la edad legal de retiro en sólo tres años, generando un incremento inmediato de las pensiones superior al que logra el seguro de longevidad sólo para la tercera edad. En el Observatorio Perspectivas ciframos este incremento en 24%-26% en todo el período de las pensiones y no sólo de la tercera edad como lo hace el seguro de longevidad.
La discusión sobre si Sandra Bullock debiera jubilarse a los 60 años es un reflejo de un debate más amplio y crucial, sobre cómo las sociedades deben adaptarse a los cambios demográficos y económicos para asegurar una jubilación digna y sostenible. Así, más que preguntarnos si Sandra Bullock debe jubilarse, deberíamos cuestionarnos si nuestra seguridad social está preparada para los desafíos del futuro.
* Gabriel Cestau, director Observatorio Perspectivas.