El indicador llega al 35% y supera ampliamente el 27% de empleo informal que estima el Instituto Nacional de estadísticas
La proporción de quienes cotizan para el sistema de pensiones muestra un grado de informalidad en el empleo más amplio que los datos del INE. Las últimas cifras trimestrales (lapso julio-septiembre) reportadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) señalan que el 27% del total de ocupados se encuentran en esta condición, pues no cuentan con cotizaciones para seguridad social asociadas a su vínculo con su empleador. También se consideran ocupados informales “todos los Familiares no Remunerados del Hogar, además de los trabajadores por Cuenta Propia y Empleadores propietarios de una unidad económica del Sector Informa”, según precisaron en el INE a “El Mercurio”.
Sin embargo, una mirada más precisa sobre informalidad previsional, incorporando también el universo de los independientes, obligados por ley a cotizar, demuestra que la propagación de quienes no están registrando estas contribuciones es más alta, y alcanzó un 35% en julio. Así lo calcula un análisis el Observatorio Perspectivas – ligado a la Asociación de AFP- en base al concepto de “informalidad previsional” acuñado por el Consejo Consultivo en la materia. A diferencia del INE, este indicador recoge los registros administrativos de la Superintendencia de Pensiones, y añade la información de trabajadores a honorarios del Estado, colectiveros, feriantes y otros rubros que, pese a ser independientes, están obligados por ley a cotizar para su pensión.
En este ejercicio, se recoge también que la incorporación de este grupo de independientes contribuye a reducir en 2,8 puntos la tasa de informalidad previsional calculada exclusivamente sobre la base de trabajadores dependientes, que se ubicaría en 37,8%.
El análisis sobre la evolución de la informalidad laboral registrada por el INE arroja que el 27% se constata hasta septiembre se ubica incluso por debajo de las cifras anteriores a la pandemia, con una tasa que era de 29% entre diciembre y febrero del 2020. Por el contrario, en los últimos doce meses aumentó marginalmente desde el 27,6% registrado en igual período de 2023.
En el caso de informalidad previsional que mide este informe, la situación es similar. Registra un descenso desde el 35,6% marcado en febrero de 2020, pero un alza de,3 puntos sobre el 32,7% que exhibía en julio del año pasado. Asimismo, en comparación con el mismo periodo, la informalidad laboral, creció 0,7 puntos porcentuales. En términos absolutos, el total de cotizantes -incluso independientes con boletas de honorarios- disminuyó en 0,9% en este período, mientras la población ocupada total creció un 2,8%.
Del análisis de estas cifras, el director ejecutivo de Perspectivas, Gabriel Cestau, reconoce que los datos no distan mucho de los que había antes de la pandemia, pero cree que esto en sí mismo da cuenta de un retroceso, si se considera que el indicador viene subiendo progresivamente desde mediados de 2020. “Tuvimos una oportunidad en la pandemia de que la gente viera la importancia del trabajo formal, porque fueron los trabajadores formales los que se mantuvieron, los que recibieron beneficios más rápido Sin embargo, a pesar de eso estamos volviendo a los niveles que teníamos previo a la pandemia De la creación de empleo, un porcentaje mayor, en términos relativos, es de trabajo informal, sostiene.
La medición de la informalidad laboral versus la previsional tiene varias diferencias, partiendo por el universo de ocupados que se toma en cuenta. También porque el INE se basa en resultados probabilísticos de una encuesta, y el indicador de Perspectivas se construye sobre registros administrativos.
Con todo, el INE sí recoge una cierta estimulación del total de cotizantes, enfocada exclusivamente en asalariados o trabajadores del servicio doméstico, que en el trimestre julio-septiembre concentró al 84,5% de los cotizantes sobre el total de trabajadores dependientes, afirman en el organismo. Así, en relación con el total de ocupados, el total de cotizantes registrados por el INE REPRESENTA UN 64,3%, lo que arroja una diferencia de 35,7% similar a la “informalidad previsional” medida por Perspectivas.
En el INE también se hacen cargo de las dudas planteadas por expertos, como el economista David Bravo, sobre la diferencia de estas cifras con los registros administrativos. Si bien existe una brecha entre ambas en la serie histórica opuesta: entre diciembre de 2022 y junio de 2024, la repartición reportó un incremento de 177.327 cotizantes, versus un descenso de 276.000 en el caso de la Superintendencia de Pensiones.
Al respecto, en el INE aseguran que “la serie histórica muestra que ambas fuentes de información tienen una alta correlación (0,83), observando en la mayoría de los períodos movimientos en los mismos sentidos con variaciones más pronunciadas en el ENE (mayor variabilidad)” . Agregan que no es primera vez que existe una diferencia en el signo de estas variaciones, y que “en períodos pasados se ha constatado el comportamiento opuesto, sin embargo, el grado de correlación de ambas series sigue siendo elevado.