Observatorio Perspectivas afirma que este parámetro no determina las bajas pensiones, sino más bien bajos salarios.
Después de la última actualización de la Superintendencia de Pensiones, el tope imponible mensual sobre el cual se calculan las cotizaciones obligatorias del sistema de pensiones se ubica en 84,3 UF, equivalentes a un ingreso de cerca de $3.150.000. Si bien la reforma previsional que plantea el Gobierno propone aumentar dicha base en un 50% para equipararse al seguro de cesantía, un análisis comparado del Observatorio Perspectivas –ligado a la Asociación de AFP-detecta que el límite vigente ya se encuentra entre los 12 más altos de los 28 países de la OCDE que cuentan con esta medida, al representar tres veces el monto del salario promedio nacional (ver infografía). Así, con los cambios propuestos en el proyecto de ley, Chile escalaría hasta la sexta posición al utilizar este parámetro, con un nuevo tope de 126,6 U F ( $ 4. 7 5 6. 5 9 7 ) equivalente a 4,5 veces el salario promedio nacional, superado solo por Letonia y Grecia (4,7 veces), Lituania (4,8 veces), Eslovaquia (6,6 veces) y Colombia (14,2 veces).
En este ranking quedan excluidas naciones como Dinamarca, Países Bajos y Nueva Zelandia, entre otras, que si bien se destacan por contar con sistemas de pensiones bien evaluados, no cuentan con un tope imponible para la cotización. Con todo, el documento sugiere que, en base a la comparación internacional, “argumentar que las pensiones bajas en Chile se deben a topes imponibles bajos no se sostiene, ya que el tope imponible en Chile es relativamente alto en comparación con la mayoría de los países de la OCDE”. En este sentido, si bien exponen que elevar este límite en la proporción que plantea la reforma podría contribuir a mejorar las pensiones en los sectores de mayores ingresos, “no tendrá gran impacto a nivel del promedio del sistema”.
LAS CAUSAS
Más allá de este ajuste, el análisis de Perspectivas refiere que las bajas pensiones en Chile se explican por “una combinación de salarios bajos, alta informalidad laboral y una tasa de cotización inferior al promedio de la OCDE”. El documento profundiza en esta materia y detecta que, en comparación con los países del bloque, Chile cuenta con salarios promedio –ajustados por poder de compra-que se ubican entre los nueve más bajos.
En concreto, la medición establece que los salarios promedio en Chile son equivalentes al 61,9% del promedio OCDE, mientras que el ranking es liderado por Islandia (148,8% ), Luxemburgo (146,6%) y Estados Unidos (145%). Eso sí, el país supera en esta comparación a Portugal, Turquía, Costa Rica, Hungría, Eslovaquia, Grecia, Colombia y México.
Otro factor determinante en el mercado laboral radica en la baja densidad de cotizaciones vinculada al empleo informal. En este punto, el análisis muestra que la fracción de ocupados informales en Chile (28,2% ) es la cuarta más alta de la OCDE, donde el promedio es de apenas 10,8% que no contribuye para su pensión. Solo Costa Rica (37,1% ), México (55,7% ) y Colombia (55,9% ) tienen un indicador más elevado que Chile. La baja densidad se complementa con la tasa de cotización previsional (12,7% ), que en el caso chileno es la octava más baja, y alejada del promedio de 18,2% del bloque.
SOLIDARIDAD
Si bien el nivel salarial contribuye negativamente a la construcción de pensiones en Chile, la comparación entre los países OCDE muestra que el aporte de la Pensión Garantizada Universal (PGU) para compensar dicho impacto es relativamente más elevado que el pilar solidario de naciones comparables. En América Latina, por ejemplo, el monto de US$ 200 que aporta la PGU en dólares es superado solamente por Uruguay, que se acerca a los US$ 350. Este país también lidera al comparar el aporte solidario en función de la línea de la pobreza, con una cobertura cercana al 200%, seguido por Chile y Costa Rica, que se ubican más cerca de 100%.
Asimismo, al medir la proporción del beneficio respecto del salario formal promedio, el 20,2% alcanzado por la PGU se asemeja a países como Reino Unido (21,4% ), Suecia (23,7% ) y Dinamarca (19,2% ). Eso sí, frente al mismo grupo de países, la cobertura de la población sobre 65 años que recibe un aporte del pilar solidario del sistema es más alta y alcanza un 93% en Chile, versus un 72% en Dinamarca, 47% en Suecia, 31% en Canadá y 11% en Reino Unido.