El informe resalta algunos desafíos del mercado laboral, con una tasa de desocupación del 8,5% y un aumento en la informalidad laboral. Es crucial que las políticas públicas se enfoquen en los grupos más vulnerables, como mujeres, extranjeras y trabajadores independientes o del servicio doméstico, para fomentar una inclusión laboral más equitativa. Además, la alta tasa de subempleo y la caída en la productividad laboral subrayan la importancia de estrategias que mejoren la calidad y condiciones del empleo, así como la capacitación y educación continua para adaptarse a las demandas cambiantes del mercado de trabajo.